Real Madrid golea al Marsella


Con dos goles de Cristiano Ronaldo y uno de Kaka, el Madrid derrotó al Olympique de Marsella en seis minutos de inspiración y con Raúl González en el banquillo...

Pellegrini mantiene inamovible la pareja de doble pivote, aunque Fernando Gago chirría junto a Xabi Alonso, que solo se bastaría para dar equilibrio y lanzar el juego. Guti inventa donde hay hueco y los tres de arriba -hoy Kaká, Cristiano Ronaldo y Benzema-, tienen libertad de movimientos. Las bandas están huérfanas.

Regresaba Fernando Morientes al Santiago Bernabéu. Su gol con el Mónaco con el que la etapa galáctica inició su caída, estuvo en la mente de todos. El 'factor Morientes', siempre goleador en duelos clave, no lo quiso dejar escapar Didier Deschamps, que tiene en Niang una perla por explotar.

En ese juego a impulsos que marca el inicio de temporada del Real Madrid, a la velocidad de Cristiano, el balón no fue de dominio local y el Olympique asomó más por el área de Iker Casillas en el primer acto.

Tardó 24 minutos en tirar a puerta, en una doble ocasión de Kaká, pero antes ya había tenido que intervenir Casillas, en su partido más exigente, especialmente brillante ante Niang, cuando tras un regalo de Gago, se plantó solo ante Iker, que salvó con la mano derecha.

El Real Madrid tenía más 'estilo Pellegrini' en pretemporada. Cristiano, cansado de esperar, se creó sus ocasiones. Ante lo complicado de llegar al área, inventó dos disparos desde 35 metros que sacó con apuros Mandanda, de puños. No estaba Raúl para rebañar.

En ese impulso el Real Madrid pudo encontrar el gol. Un centro milimétrico de Sergio Ramos lo sacó con los pies el portero internacional francés, y la mejor jugada de equipo inventada por Guti acabó en una chilena de Benzema que no fue gol por poco.

Pintaba igual la segunda parte, con el Real Madrid atascado, cuando en dos minutos todo quedó sentenciado. Pepe lanzó un pase que cruzó el campo hasta llegar a Cristiano, paciente en el mano a mano para superar por bajo a Mandanda (min.58).

En un arranque de rabia del portugués, desequilibró partiendo de la banda izquierda, adentrándose en el área donde Heinze, que también regresaba a la que fue su casa, no le cazó por milímetros, pero sí Diawara, en una acción dudosa porque tocó primero el balón. Se marchó antes de tiempo a la ducha, expulsado, y Kaká no perdonó la pena máxima.

La acción lesionó a Cristiano en el tobillo izquierdo, pero antes de irse volvió a marcar en la mejor jugada de la noche. Guti encontró el desmarque de Benzema, que en dos metros se asoció con Kaká en pared, para regalar el gol al portugués.

En un abrir y cerrar de ojos todo estaba sentenciado y el Olympique jugaba en inferioridad numérica. Niang no paró de luchar e Iker de parar sus disparos. Pellegrini dio descanso a Ramos, pensando en Sevilla, y terminó acudiendo a los dos delanteros señalados hoy por sus suplencias, Gonzalo Higuaín y Raúl.

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